Día 15. Adios, Escocia - 29 julio 2008

Hacía 10 días que no nos llovía, así que más no aguantó. Salimos de Glasgow orbayando y en New Lanark nos cayó la tormenta. Esperábamos dormir en Leeds esa noche, así que habíamos reservado por teléfono habitación en el Etap de allí. Por una vez no teníamos necesidad de parar de viajar a las 6 de la tarde, algo importante porque sólo nos quedaba bajar y bajar.

New Lanark es un pueblo industrial creado de la nada en el s.XVIII para la confección de tejidos. Tenían escuelas, viviendas, economatos, talleres y la gente trabajaba en los telares que aprovechaban las corrientes del río. http://www.newlanark.org/espanol/

Nos acercamos, pero al ver la cuesta, la falta de tiempo y que no teníamos previsto visitarlo inicialmente, nos conformamos con la foto desde arriba.

Seguimos por Peebles hasta Galashiels. Una carretera muy guapa motociclísticamente hablando, con buen firme, poco tráfico pero con algún camión, estrecha y a la vez rápida... y por todo ello peligrosa. Algunas señales decían cosas como "75 moteros muertos en esta carretera. Cuidado."

En Melrose visitamos la ruinas de la abadía, que como es costumbre se reconvirtieron a cementerio. Las tumbas más antiguas que vimos databan de mediados del s.XVIII.

Nos acercamos a ver la Abadía de Dryburg, pero había que caminar y no había tiempo. Así que sin verla seguimos hasta Kelso. Nos gustó bastante, con su puente y el imponente Floors Castle que vimos desde la carretera que nos llevó al pueblo. La abadía sin embargo no era tan guapa como las otras que habíamos visto hasta entonces (Melrose y Sweetheart)

Otra cosa fue la de Jedburgh, muy grande, muy restaurada, y que llevó un tiempo visitarla escuchando la audioguía.

Era hora de decir adios a Escocia y volver a Inglaterra. Cruzamos la frontera por el Carter Bar, dentro del Northumberland National Park.

Buscamos entonces la muralla de Adriano, visita obligada. Por una carreterucha llena de camiones madereros con exceso de peso, que subían las cuestas a 10km/h, llegamos al fuerte romano de Chesters.

Se nos hizo tarde con la visita, así que corriendo, y siguiendo con la mirada el muro a lo largo de la carretera, llegamos al fuerte de Housesteads. No pudimos entrar, pero le hicimos una foto de lejos.

Volviendo por la misma carretera hicimos fotos al muro. Impresiona ver que sigue allí desde el año 132dC.

Nos quedaban 200km hasta Leeds, la mitad de lo previsto en la jornada. El GPS nos indicaba un largo rodeo de autopista por Newcastle, así que muy ufano atajé por la A68. Y digo ufano porque a diferencia de otras "A" no había doble carril nunca, pero sí mucho tráfico. Así que atajé espacio pero no tiempo. Y tampoco había paisajes bonitos que observar.

Al final llegamos a la enorme Leeds, cenamos en un McDonalds y encontramos el hotel cerca de las 22h. La recepcionista nos mareó con la habitación: primero nos dio una ocupada, luego una sin limpiar, y por fin la definitiva. En cada bajada a recepción a protestar intentaba buscar insultos adecuados, pero mi inglés no llega a tanto y me tuve que quedar sin descargar la frustración.

Inmediatamente, como era la costumbre, salimos a visitar el lugar y tomarnos nuestras cervezas del fin del día.

Jornada: 400km

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