Soporte para Cámara de fotos y/o video

Después de probar el mini-gorillapod como anclaje para una cámara en la moto, aunque lo vi factible me apetecía hacer un soporte "fijo".

La idea era utilizar la abrazadera de fontanero que usa el soporte de GPS para anclarse al manillar, y aprovecharla para su uso también en este otro soporte. Así, en función de lo que necesite, sólo tengo que quitar y poner una misma tuerca (y estoy pensando en que sea una mariposa para hacer más rápido el cambio).

Cogí una pletina de aluminio similar a la que usé en el soporte GPS, que me había quedado de entonces. Busqué tornillo y tuerca de rosca Whitworth, que es el que usan las cámaras.

Ya sólo quedaba taladrar.

Y luego cortar el tornillo a la medida del casquillo de la cámara (4 aros)

Como quedaba mucho espacio libre entre la cámara y la barra de aluminio, puse un taco de gomaespuma para que la cámara apoye en dos puntos y no sólo sobre el tornillo.

Y aquí está el resultado en la moto.

Otra posibilidad de situación de la cámara.

Quizás se podría acortar la barra, aunque con mi cámara nueva no será tanto.

A falta de algún detalle, como poner gomaespuma en los extremos que toquen la moto para no rayarla, el invento está listo.

Como anécdota graciosa, lo que me pasó mientras lo construía.

Andaba ya cerca de una hora intentado hacer el agujero para el primer tornillo en la pieza de aluminio. No había manera, sólo había penetrado 1/4 parte del grosor de la misma. Encontrábame cabizbajo y decepcionado con la escasa calidad de las brocas del Lidl, pese a que no se mellaban ni se calentaban (no así el aluminio, ouch!), y decepcionado también con la poca potencia del taladro Black&Decker -500W- que había cogido mi novia con los puntos de no se qué movida, pese a que ambas cosas ya me habían servido de muy buena forma para diversas chapucillas caseras.

Y en esos momentos en los cuales estás entre dejarlo para otro día con mejor herramienta, y seguir adelante se queme lo que se queme, el cabezal del taladro se soltó y salió rodando.

Anduve maldiciendo a esos alemanes inútiles que ponen la rosca del cabezal en el mismo sentido que la resistencia a la penetración de una broca, cuando después de recolocarlo, apretarlo, insistir en el taladro, volver a apretarlo, volver a insistir y así unas cuantas veces, me di cuenta de que la palanquita que salía sobre el gatillo no era para bloquearlo, sino para cambiar el sentido de giro del cabezal.

Haremos mención a que una vez la palanquita en el sentido correcto de giro, la broca del Lidl hizo su función y en escasos segundos tenía sendos agujeros hechos. En fin... aventurillas.