Pompeya

Después de la mala experiencia con los horarios del ferry, tuvimos una buena con el hotel : All Ways Garden Hotel & Leisure. La verdad es que tiene toda la pinta de motel para parejitas: son como chalets adosados con aparcamiento directo a la puerta de tu habitación y con separación por setos de 3m de altura. El silencio es absoluto y la calidad de la habitación perfecta. Está pegado a la autopista que circunvala Roma por el sur. Quizás para visitar Roma no sea el indicado a menos que tengas vehículo propio, pero para lo que queríamos era perfecto.



Desde allí salimos al sur por autopista, rumbo Nápoles (al que no entramos) para llegar a Pompeya justo antes de comer. Son 3h30m de viaje desde Roma que se nos hicieron bastante duras por lo aburrido y recto, con continuos radares de tramo, el calor que hacía y el precio de la gasolina, 2€/litro. La autopista va por un valle plano continuo norte-sur flanqueado por enormes montañas a derecha e izquierda. Lo único reseñable es ver en las alturas el monasterio reconstruido de Montecassino, lugar de una importante batalla de la 2ªGM.

Nos hospedamos en el mismo pueblo de Pompeya, en un B&B que la verdad tenía muy mala pinta por fuera, pero que resultó lo suficientemente acogedor y con un trato excepcional de los dueños. Apenas hablaban inglés y francés, y entre español e italiano nos entendimos lo que pudimos. El dueño se había hecho un viaje de joven en vespa hasta Yugoslavia, allá por los 70.

Il Bassotto Bed And Breakfast. Nos invitaron al desayuno sin tenerlo incluido, porque como no nos esperaban a las 12.30 de la mañana no tenían preparada la habitación y tuvimos que esperar 20min. La moto durmió bajo un limonero dentro del patio, segura.

Nada más cambiarnos salimos caminando hacia las ruinas romanas. Paramos en una sandwichería a comer y entramos al recinto a eso de las 3 de la tarde a pleno sol y a unos 38ºC. Es lo que hay cuando viajas en verano con tiempos ajustados.

Las ruinas son grandes, es una puñetera ciudad entera, una villa de tamaño medio actual como pueda ser Llanes. Imaginaos todas las calles de Llanes pero los edificios sin techos y la mayoría de edificios sólo con las paredes. Hay que caminar de narices... a 38ºC y al sol, buscando las sombras y mojando la cabeza en alguna de las numerosas fuentes que hay repartidas, y teniendo cuidado con las velutinas que también quieren beber.

La ciudad me pareció un monumento al agua. Fuentes por todas partes, en todas las calles, en todas las villas. Pero porque los romanos las pusieron allí, los de ahora lo único que hicieron fue meter cañerías modernas por los sitios por donde los romanos diseñaron sus traídas. Aparte de eso que fue lo que más me llamó la atención, tenemos lo famoso: los cuerpos petrificados, los frescos, tabernas, panaderías, teatros (¡DOS!), templos, mansiones, etc. Para verlo todo se tiene que echar como mínimo toda la tarde allí, hasta casi el cierre.

Una cosa que me enfadó profundamente: si entras por la tarde vas a tener mansiones y recintos a los que no podrás entrar porque sólo abren por la mañana. Pagas la misma entrada que los de por la mañana y tienes derecho a ver menos cosas.

















































(FORO de Pompeya)

El Pompeya moderno no vale para nada. Un pueblo normal y corriente con algunos restaurantes, unos pocos bares y ya, casi todo pegado a la zona de la entrada de Pompeya por el Anfiteatro y en la plaza mayor. La zona de la plaza mayor fue donde paramos y aunque sea turístico no se aprovecharon. Cenamos bien y tomamos una cerveza después amenizada por Despacito y otros grandes éxitos latinos. El B&B estaba al lado.

(plaza mayor de Pompeya)
 (calle típica italiana)






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