a Dubrovnik desde Cavtat en taxi-boat



No hay nada que explicar sobre Dubrovnik, por algo la llaman la perla del Adriático. Hay que visitarla, recorrer las calles del casco viejo, subir a la muralla, y en general hacerse fotos una detrás de otra hasta que te quedes sin batería.



Para llegar a ella desde cualquier pueblo cercano de los alrededores hay 3 opciones:
  1. Por tus medios. Te cojes el coche / moto, te comes los atascos, llegas al centro, aparcas donde puedas, y vuelta.
  2. Autobús urbano. Dependiendo de dónde tengas el alojamiento puede ser una gran opción. Probablemente eches una hora en llegar debido al tráfico (hablo de agosto), pero no te vas a preocupar de aparcar.
  3. La opción más pintoresca. Te montas en un taxi-boat de los que recorren las bahías cercanas y entras a Dubrovnik por el embarcadero.
Como supondréis, la tercera fue la opción escogida. Desde Cavtat nos costó 100 kunas cada uno el billete de ida y vuelta (13€). Se compran en el mismo muelle de Cavtat en los pequeños puestos que hay, y básicamente los vendedores (2 ó 3) te asaltan para que vayas con ellos. Todos cuestan lo mismo, la diferencia es lo que tengas que esperar a que salga el barco, y las paradas por el camino que hagan (si uno sale a las 10, el otro a las 10.15 y si llegas menos 5 te compensará más ir con uno en vez de con el otro).

Cavtat es la última parada de todas, más lejos no hay. Pero desde Cavtat hasta Dubrovnik el bote va haciendo un recorrido y parando en diferentes pequeños muelles para recoger gente. Es como un autobús pero por el agua. Si estais alojados en Plat, Mlini o Srebreno podréis cogerlo.

Para los que echen más días allí, el bote también sirve para llegar a alguno de los islotes con playa cercanos como Supetar (un islote islote) o Lokrum. Y si no es con esa línea es con otra.

Saliendo de Cavtat
Megayate en la bahía de Cavtat
Plat
Muelle de Supetar
Hotel Goricina, en ruinas
Anclado frente a Dubrovnik
Isla de Lokrum
Entrando en Dubrovnik
En el muelle

En una media hora estás en Dubrovnik, y has disfrutado de las vistas de las playas, muellecitos,  chalets de lujo al borde del agua, megayates, y los hoteles bombardeados, tiroteados y abandonados que eran orgullo del mariscal Tito (os dejo un link interesante https://es.quadernsdebitacola.com/2016/02/kupari-bahia-hoteles-abandonados-dubrovnik.html).

Encima entras a Dubrovnik por el puerto viejo, una pasada. Ya sólo queda patearlo todo.











Calle principal

Fuente de Onofrio (16 caños)

Recorriendo la muralla

al fondo el fuerte de Lovrijenac

cala entre la ciudad y el fuerte

terraza en la muralla

embarcadero al que llegamos, desde la muralla


[Pulsa O para sincronizar]. Ya podía ver los palomares, guardias y plumas por coger.

la torre más alta

Vistas desde la atalaya. No veía ningún carro con paja.



murallas desde fuera

calle frente a la puerta Pile

Fuerte Lovrijenac

Vistas desde el fuerte

SHAME, SHAME, SHAME!

Palacio del Rector

En cuanto acabamos cogimos el taxi-boat de vuelta (el horario de vuelta es abierto, puedes montar cuando quieras) y llegamos cansados y pegajosos a Cavtat.

Como comenté en la entrada anterior, el apartamento estaba a 10 minutos cuesta arriba desde el muelle de Cavtat, y delante del muelle es donde está todo: bares, restaurantes (a montones) , tiendas, bancos. Así que en vez de subir al apartamento para volver a bajar, nos quedamos directamente abajo.

Cavtat es un pueblín pequeño. Como tiene mucho hotel, y casas aisladas y urbanizaciones bordeando toda la costa siguiendo las playas y los roqueros, al final ocupa mucho espacio. Pero lo que es el casco viejo es un pueblín: 2 calles laterales a ambos lados de la península, y algunas callejuelas interiores. Tiene el encanto de que tienes terrazas delante del muelle para pasar la tarde y ver el atardecer, porque aunque hay bastante gente la zona es muy tranquila.




volviendo a Cavtat, el bote venía lleno

Cavtat

Atardeceres del verano de Croacia. Son todos así, y hacia las 8 de la tarde.

zona de la playa de Cavtat

Bebimos, comimos y deambulamos por allí hasta que nos cansamos y nos fuimos a casa. Los restaurantes no son caros, pero tampoco baratos. Todos tienen los precios a la vista y puedes elegir. Nosotros escogimos uno pijillo con platos de la zona, por probar y porque estábamos empezando a hartarnos de pizza, que parece el plato nacional de Croacia.

Lo que sí estaba caro es el vino. Para ser zona productora, los vinos de la casa que en España andarían por 8-10-12€ en un restaurante, allí andaban por los 15. Así que cuando nos bebimos 2 botellas fliparon (siempre nos pasa). Si embargo te bebes 2 pintas y no se sorprenden (con la tercera sí).











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