Trogir


Tras el ferry de Ploçe llegamos a Trogir cerca de las 11 de la noche. Teníamos el apartamento al otro lado del puente y tuvimos que atravesar el barullo de sábado noche. Había muchísimo ambiente entorno al muelle viejo y el casco antiguo y daban ganas de quedarse de fiesta total.

Pero lo primero pillar el apartamento. Ya había avisado de que llegaríamos tarde, y cuando llegamos... PLOF. Habían tenido una avería en el baño y no tenían habitación.


Pero nos desviaron a un sobe de una señorina una calle más atrás. Un lío, porque además las dos dueñas de ambos apartamentos, la que yo había reservado y la del sobe donde nos metía, tenían un inglés justito justito para decir Hello, OK y Breakfast.

Al final salió medio bien. La señorina, Ruza, era encantadora y nos trató de maravilla las dos noches que estuvimos, como si fuéramos los nietos. Siempre pendiente de si estábamos a gusto. No teníamos el desayuno incluido pero nos invitó a café y té los dos días que estuvimos.





  La habitación no era muy allá pero cumplía, y el precio fue rebajado respecto a lo que habíamos reservado en Booking, pero no tanto como ponía el letrero de precios oficiales del Sobe.  El sitio lo recomiendo, porque es barato, por el trato, y porque además se puede ir andando en 5min. hasta el centro de Trogir. Pero no sale en Booking.

https://www.adriagate.com/Croatia-en/Accommodation-35621

Esa noche del sábado no salimos ya. Era tarde, estábamos cansados, y habíamos recibido dos guantazos de realidad: el del ferry y el del sobe. Al día siguiente, domingo, visitamos Split, y por la noche fue cuando visitamos Trogir.




Siendo domingo había mucha menos gente que el día anterior, pero había. En el muelle había espectáculos de saltimbanquis y comefuegos. El pueblo es muy guapo, con su muelle, su castillo y sus callejuelas. Pero la verdad, después de haber visto villas como Budva, Kotor y Korçula... me pareció más de lo mismo: típica villa marinera semifortificada del Adriático. Muy guapa, pero lo mismo.

Subimos a las murallas del castillo, que estaban de recogida de un concierto que habían tenido en el patio el sábado.


Lo pasamos bien en sus terrazas chillout y cenando. 5€ la caipirinha en sofá de terraza delante de los barcos. Lo que pasa que al ser domingo a las doce empezaron a cerrar todos y la gente desapareció, y casi casi nos invitaron a marcharnos.


A que mola mi camiseta de Modric

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