
Manitas de mi, decidí poner un alambre en sustitución del fusible.... y en cuanto encendí el compresor algo se puso a echar humo... ¡EL PORTAFUSIBLES ESTABA ARDIENDO! El plástico no aguantó el calor del alambre.
Manitas de mi, corté el portafusibles y empalmé los cables directamente a la toma de 12V, que ahí es donde enchufo el móvil cuando lo llevo de navegador y necesitaba esa toma sí o sí. Así siguió todo sin fusible hasta hace poco (toma, puños calientes y focos).
Manitas de mi, guardé el compresor por si acaso seguía rompiéndome cosas. Ha pasado casi un año y ni miré más para él.
A lo pijo una hora perdida y se puso a llover en serio. Hora de marcharse hacia los lagos de Plitvice.
La carretera que lleva de Gospic a Korenica es guapa y entretenida, y en la parte de bajada disfrutas de un puertecillo muy bien asfaltado. Pero por la parte de arriba el asfalto está viejo, y lloviendo no sé si eran las ruedas o el asfalto, pero tenía que ir tieso como una vela porque me llevé un par de sustos por pasarme de 15º de inclinación.
Supongo que eran las dos cosas, porque estas Pilot Road 2 que puse para aguantar el viaje cada vez que llueve me dan algún susto. No me están gustando nada.
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De Korenica a Plitvice algo de tráfico de coches, autocaravanas, autobuses y algún camión, así que poco disfrutable. Pinta bien la carretera, pero no en agosto.
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Los lagos de Plitvice merecen una entrada en solitario porque tienen su miga.
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