
Aquí.
https://goo.gl/maps/exWhhxSonWMwT7Sw9
Allí estábamos tomándonos nuestras primeras Lasko eslovenas (muy ricas, con mucho cuerpo), cuando llaman del hotel que teníamos en Postojna (en inglés).
- Es que no tenemos habitación así que lo mejor es que canceles.
- ¡Cómo que no teneis habitación si reservé ayer!
- No, estamos llenos. Lo mejor es que canceles.
- ¿Y no me das ninguna solución? ¡Que reservé ayer y estoy a 50km.!
- No, no tenemos nada. Tienes que cancelar la reserva.
- ¿Que cancele yo?
- Sí, en booking le das a cancelar reserva.
- ¿Yo? Noooo, yo no voy a cancelar nada. Cancela tú que eres la que está anulando la reserva.
En ese momento nos pusimos a tirar de datos y a buscar nueva habitación. Encontramos una en Divaca, más alejado de donde pensábamos, más cerca de donde estábamos, y encima nos resultó mejor porque nos permitió visitar otra cosa que hubiéramos pasado por alto.
Era el típico hotel con gasolinera de toda la vida, justo a la entrada del pueblo (la foto es de por la mañana, que llegamos a las 10 de la noche).


Fue interesante. Las pizzas eran un pelín extrañas, como la de carne de caballo, donde la carne venía en hebras. Estaba bastante fuerte.
Al llegar a Oviedo pusimos una reclamación en Booking con la factura del hotel, y nos pagaron la diferencia de precio entre la habitación nueva y la vieja.
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