Salimos de Condroipo sobre las 10 de la mañana. Por delante nos quedaban 520km de autopista para llegar a Savona, donde cogeríamos un ferry de vuelta a Barcelona a las 10 de la noche.
A los pocos km la moto empezó a menearse. Parecíamos pinchados, así que paramos. Pero no, las presiones estaban perfectas. Seguimos... paramos. No veía nada, las maletas no se movían, nada se movía. Seguimos y en un lugar donde no te pasaban los coches y camiones por encima finalmente paramos a llamar a la grúa.
Ya había identificado la avería, porque me había pasado parecido hacía unos años. Aunque había tardado un poco más en sonar igual. Rodamientos del eje trasero. Normal con tanto peso y el amortiguador medio muerto.
Y empieza el festival de llamadas a la asistencia. Llamas y después de las infinitas comprobaciones se corta la llamada como si estuvieras en el Amazonas, cobertura de mierda aunque el móvil pone que estás con 4G. Vuelves a llamar y te atiende una señora.
Telefonista- ¿Qué le ocurre a la motocicleta?
Yo - Pues que se han roto los rodamientos del eje de la rueda y no puedes ir recto.
T- No lo entiendo.
Y- Pues eso, que no se puede mantener el equilibrio sobre la moto.
T- Bueno, le envío a la Asistencia para que le cambie la rueda.
Y- (sigh)
T- ¿Dónde está?
Y- Pues mira, estoy al norte de Portogruaro, Italia, en el cruce de la SP93 con la SP91.
T- ¿Cómo se deletrea?
Y- Porto, como Oporto, grúa como lo que me tienes que mandar, ro de rodolfo. porto-grua-ro
T- Así no me aparece nada. ¿Pero está en España?
Y- En Italia, ya te lo dije al empezar.
T- Sigue sin aparecer. ¿Me puede repetir la dirección?
Y- SP93 CRU-CE con SP91 unos 5km al norte de Portogruaro.
T- Es que sin un punto kilométrico no puedo encontrarle.
Y- Aquí no hay ninguno, pero si miras el mapa o se lo dices así a la Asistencia, me encuentra fijo.(dos rectas se cruzan en un punto, de toda la vida)
T- Es que sin un punto kilométrico es difícil que le encuentre.
Y- Y si te mando las coordenadas GPS?
T- Sí, me valen.
Y va y se corta la llamada sin acabar.
Vuelta a llamar. Otra vez a identificarse, otra vez a esperar telefonista, y otra vez a explicárselo todo a una nueva telefonista con las mismas preguntas y las mismas frases. Y también le explicas que se lo has dicho todo anteriormente a la anterior telefonista y que se cortó la llamada.
- Mira, las coordenadas GPS son tal y cual.
- No podemos meter coordenadas GPS
- ¡Entonces tu compañera para qué narices me las pidió!
Y va y se vuelve a cortar la llamada (y esta vez era el móvil de Pily).
Con un cabreo de 3000 pares de, que casi mando el teléfono a pastar muy lejos, después de pegar patadas a una farola, cagarme en todos los muertos de alguna telefonista, con 30ºC, sin una sombra y viendo que no nos iban a encontrar allí, a 5km de la civilización (menos mal que no me metí en la pista de Eslovenia), decido arrancar e intentar llegar a Portogruaro, a ver si así nos encuentran.
Así que a 10km/h, lo justo para no caernos, salto a salto, meneo a meneo llegamos a la entrada de Portogruaro y junto al primer bar, aparqué.
Entro en el bar a pedir ayuda y todos a cuadros (y había un montón de parroquianos). Ninguno habla inglés, ninguno habla francés, ninguno español y encima casi no nos entendemos ni para decir garaje. Pero un par de ellos (el más borracho y su amigo que no lo estaba) se interesaron en ayudar y de repente pararon a un paisano que pasaba por allí en bicicleta.
- Il parla espagnolo!
Eso de que parlaba español... hombre, mejor que yo italiano sí... pero...
Y allí explicando las cosas en itagnolo al final entendieron lo del "cuscinetto de la ruota posteriore", y se pusieron a pensar talleres de moto...
- Difficile, oggi è festivo
(la jodimos manín)

Si es que me daba lo mismo. La pieza no la tendrían en stock, tardaría 3 días en llegar, más el fin de semana, y tendría que buscarme un coche de alquiler para volver en cualquier caso.
ATPC el ferry de vuelta y a ver la historia con el coche de alquiler atravesando 3 países.
En ese momento me llama un número raro y me habla en italiano.
- Soy la Asistencia, dónde estás.
- En la entrada de Portogruaro.
- Qué entrada.
- Te mando whatsapp.
- Perfecto.
(no entiendo por qué las compañías se empeñan en complicar las cosas)
Y allí llegó el camión. El gruista y los italianos estuvieron decidiendo entre todos dónde llevarla y llamaron al primer taller que se les ocurrió, Yamaha. Cerrado.
Llaman a un segundo taller un poco más lejos y le dicen que están a punto de cerrar ya para comer porque como era festivo sólo iban a trabajar por la mañana. Pero que si nos damos prisa nos esperan.
Genial, para allá vamos. ¡Y resulta que es el taller oficial Honda!. ¡HAY QUE TENER SUERTE!
Y allí llegamos pasadas las doce y media (hora de cierre), y les explicamos que vamos a Savona que tenemos un ferry. Y deciden arreglarnos la moto de inmediato. Tardaron casi una hora, este rodamiento está muy apretado y no quería salir.
Mientras tanto me sorprendí de encontrar una moto conocida allí... ah, no, que no tiene el rack de givi.
Me dispongo a pagar, preparando la tarjeta... (ya verás ya, si en Oviedo te cobraron 80 pavos aquí en Italia y con las prisas te meteran 150-200)
- 45 euros. Sólo teníamos un rodamiento para la tuya en el almacén. Menos mal que sólo rompió uno de los 2 que traen.
- Toma 50. Muchísimas gracias. (¡HAY QUE TENER SUERTE!)

A 30 y muchos grados teníamos que hacer paradas cada hora más o menos, por secaño y por cansancio. Hacíamos una parada corta para beber y otra larga para gasolina, beber y desbeber, lo que hizo que adelantáramos 3 veces al mismo convoy de 3 camiones, que no hacían paradas. Nosotros rodábamos la mayoría del tiempo a 150, como el resto, salvo los numerosos tramos cronometrados de radar.
Menos mal que sólo paramos una vez a por gasolina. Estaba a 1.97€/l.
Fueron 500km pero parecieron muchos más.
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