El haber llegado hasta Postojna no era culpa de la cueva, era del castillo. Uno de los más fotogénicos de Europa. Seguro que con la portada lo reconoceis.Desde la cueva hay que subir por una carreterita 10km. No hay mucho sitio para aparcar, y tuve que buscar un recoveco para la moto. Desde el aparcamiento de autobuses de la cueva hay microautobuses lanzadera que suben y bajan gente gratuitamente (con lo que ya pagaste sólo faltaba).
Como se observa en las fotos, es un castillo empotrado en una cueva. Merece mucho la pena verlo.Las historias cuentan, no sé si de verdad o de mentira, que el castillo estaba sitiado y era inexpugnable, porque por las cuevas podían salir y abastecerse. Pero hubo un criado que con una linterna avisó que Erasmo, el señor del castillo, estaba cagando. Así que los sitiadores apuntaron sus catapultas a la letrina y lo mataron. https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Predjama
El castillo posee su sistema de traída de agua de lluvia. Se recoje mediante el latón que se ve en el techo de la foto de arriba, y va bajando por canaletas excavadas en la roca como las de la foto de abajo.
Acabamos nuestra visita con nuestra última Lasko, ya atardeciendo delante del castillo. Esa pintaza fueron 3.50€, la cerveza está baratísima en Eslovenia.
Tranquis, la mía se la acabó bebiendo Pily pq la pedí sin acordarme que tenía que conducir.
Y arrancamos hacia nuestro hotel reservado en Italia, pero eso es otra aventura.
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