La Costa Amalfitana en moto

Salimos de Pompeya a eso de las 9am, lunes, en dirección a Sorrento. Nada más salir del Pompeya el tráfico se puso imposible: una carreterita estrecha sin arcén, en caravana continua, con coches de alquiler, extranjeros, autobuses, repartidores y napolitanos.

La primera lección que aprendí nada más bajar del ferry en Roma - que por cierto fue una locura, con todo el mundo cabreado y con prisa-, y que me recordaron al día siguiente en las cercanías de Nápoles fue que, si vas por la rodada derecha de tu carril, estás invitando a que el de detrás te adelante. Y lo van a hacer sea continua o discontinua, vayan en moto, en coche o en autobús. Así que nada más aprenderlo ya no me salí de la huella izquierda (salvo despiste y susto consiguiente).



La segunda lección fue que la línea continua es un consejo. "Te aconsejamos que no adelantes aquí porque no se ve y te puedes matar". Pocos siguen el consejo.

La tercera: en las rotondas tiene preferencia el más atrevido.

Así que con dichas lecciones en mente, o aprendes y te adaptas o te encontrarás fuera de juego en todo momento recibiendo susto tras susto. Yo soy de los de "allá donde fueres haz lo que vieres", y rápidamente me transformé en un avezado italiano.

Pasado el megatasco de Sorrento, que no tenía nada que ver con la ambulancia del video (al final del post), el tráfico por momentos se disipó. Aún hubo que sufrir autobuses que paraban en el lugar más inapropiado para el tráfico, pero el mejor para las fotos de sus clientes.


Pocos kilómetros duró la dicha en las curvitas de la carretera camino de Positano. Enseguida nuevas caravanas, en la entrada de cada pueblo atascos continuos para cruzarlos, siendo en Positano y Amalfi los peores, los más turísticos. Al final con la moto ibas adelantando caravanas, esquivando autobuses, viendo cómo algunos coches se recalentaban y acababan averiados y cómo olía todo a embrague quemado en el ambiente. La moto iba siempre con el ventilador puesto y no creo que le hicieran mucho bien los 35ºC del ambiente, pero bueno, alguna vez llegabas a poner 3ª.


En Positano me confundí y me metí por dentro del pueblo habiendo la opción de rodearlo por arriba. Seguramente hubiera sido mejor opción, porque la calle principal es la carretera y está llena de gente, motos, bicis, coches... Al final este pueblo sólo es conocido por la foto del mismo desde la playa, y a la playa no íbamos a bajar. De todas maneras desde el lado que da a Amalfi se puede ver lo que sale en las famosas fotos: un pueblo en una colina con una playa debajo.


No iría allí, ni a ningún otro pueblo de esa costa, ni aunque me pagasen las vacaciones (y los hoteles en agosto andan por los 300€/noche). Aquello es un infierno de gente, de tráfico, y de escaleras.



Tenía intención de parar en Amalfi y entrar en la plaza, justo al lado de la carretera pasando por un arco peatonal. Cuando iba a entrar al único aparcamiento que existe la policía local de malas maneras me dijo que no había sitio, ¡ni para una moto 10 minutos, oigan!.

Así que continuamos a la velocidad que pudimos hasta Salerno. Echamos 4h en recorrer 60km.

Seguro que si vas en otra estación puedes recorrer la carretera tranquilamente, tardando un tiempo normal y disfrutando de las curvas y los paisajes y los edificios (que sí son guapos). En verano IMPOSIBLE DISFRUTAR.
Con el calor del sol, de los motores, el polvo y el agobiazo de los atascos no saqué ni una fotografía. Así que nos tendremos que conformar con las capturas de video que puse. Encima la cámara se empañaba continuamente, así que la calidad del video y de las capturas es bastante guarrilla.


Comentarios