Valencia. Viaje a Mora II - junio 2009

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Por la mañana todo fueron conversaciones sobre rutas pasadas y futuras inmediatas, a ver si nos vemos y todo eso. Nosotros, como no teníamos prisa ninguna, fuimos los últimos en marchar, y ya que estábamos al lado, subimos primero hasta la estación de esquí de Valdelinares, y luego bajamos por la otra vertiente hasta el pueblo del mismo nombre.

Bajamos entonces raudos y veloces por donde habíamos ido hasta Mora de Rubielos, con visita incluida al outlet Adidas. La temperatura del puerto, fresca y agradable a 1700m, con la de Mora, unos veintipico, no tenía nada que ver... y lo que nos quedaba por sufrir.

Se nos hacía la hora de comer, pero decidimos andar un rato más. Pasamos por Rubielos de Mora sin tiempo a parar, aunque también tenía buena pinta, y disfrutamos de un tramo bueno antes de uno malo, y luego de otro bueno. A medida que bajábamos el calor iba siendo más sofocante.

Junto a un embalse de aguas turquesa, que parecía sacado del Caribe, nos encontramos con Puebla de Arenoso y estupendo sitio para comer. Las paellas que preparaban tenían una pinta tremenda, pero había que reservar antes.

Con pena por no disfrutar, y sin gloria por lo mal que iba, recorrimos la carretera del pantano hasta Montanejos. El calor después de comer me estaba sentando bastante mal.

Desde Montanejos pasamos por una carretera con un alto, muy arreglada, que me dijeron que era el circuito de los domingueros RR. Como era de tarde y pegaba el sol de lo lindo, apenas nos cruzamos con un par de motos.

Rodeamos Jérica, con su imponente torre mudéjar y llegamos a Navajas, donde visitamos unas pozas donde la gente se baña, llamadas el Salto de la Novia por lo que ya debeis intuir.

Después de reponer un poco de líquido a mi no me apetecía recorrer más carreteras, y pedí a Motoret que nos llevara por la ruta directa a Valencia, donde aún teníamos que buscar un hotel.

Fue entrar en la autopista y a Motoret se le cambió el chip a "Conducción Valenciana Nivel 10", por lo que tuve que aprender a marchas forzadas, y encima intentando cuidar la rueda. Pero todo fue bien y llegamos a destino.

Encontramos por internet un hostal 2* recién reformado en plena plaza de Ayuntamiento a un precio muy correcto, 49€. Si veis la tarifa que ponían... 180€!!!

Los siguientes días los pasaríamos sin coger la moto, conociendo la ciudad (más bien su centro).

A la mañana siguiente fui con Motoret en modo semivalenciano (en camiseta... valenciano sería en bermudas y chanclas) a cambiar la rueda trasera al Mosquito Estampao, pero cuando me dijeron que la Pilot Road eran 160, pero un juego de Contiforce eran 199, me pillé el juego.

El tío de los neumáticos me echó la bronca al decirle que tenían 14.000km. "¡Cómo se te ocurre, un neumático que dure más de 10.000 hay que tirarlo! Luego me pueden venir diciendo que se cayeron y que no saben porqué, y es por eso y nada más".

Juer, ¡quizás vaya a tener razón y todo este neumatiquero!

Por la tarde caminamos todo el centro... y como por la noche lo volvimos a hacer acompañados de Motoret y Joia, al final conocimos el centro bien bien. XD

El segundo día lo dedicamos a ver el Oceanográfico y el Museo de las Artes y las Ciencias. El primero bien, pero el segundo es una piltrafa. Yo ya lo había visitado en una ocasión, y comparándolo con otros dos que visité también: el de la Laguna en Tenerife, y el de La Coruña, ambos le dan mil vueltas al de Valencia, y eso sin hablar del precio. Mucho continente para tan poco contenido.

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