Balcanes '18 - Introducción

Verano de 2018, y como cada 2 años tocaba viaje largo en moto (los impares son de viaje en coche). Se dieron las circunstancias especiales necesarias,y saqué del baúl un recorrido que tenía planeado en el ordenador desde la vuelta de Escocia, en 2008. La costa adriática hasta Kotor por la Jadranska Magistrala (la carretera costera de Croacia). Ya tenía hasta comprada la guía y el mapa Michelin.

Mucho llovió desde entonces; lo que en aquellos años hubiera sido un viaje exótico a día de hoy es el viaje estándar del turista español medio, cambiando la moto por un vuelo directo Madrid-Dubrovnik y un alquiler de coche (formato que he de recomendar, pero con alquiler de moto).



De ahí que aquellas costas ahora mismo estén tan masificadas como el levante español en los '90, cuando no había autopistas rodeando Benidorm o Torrevieja. Pero no sólo por los españoles; españoles hay bastantes en Dubrovnik y Mostar, pero no tantos como para que seamos los mayoritarios. Lo que más abunda por aquella zona sur de Croacia y sobre todo en Montenegro son los rusos. Eso sí, no me cansé de ver matrículas de países: nunca vi tantas y era divertido identificar sus orígenes. Creo que vi todas las de Europa, UE y no-UE, y alguna de otro continente.

El norte croata, de Split para arriba es distinto. Los turistas principales son serbios con familia que quieren ver la playa, e italianos en formato "viaje de pirados" (¿de verdad no tenemos un verdadero término para eso?). También bastantes alemanes con autocaravanas. Todo esto deduciendo las matrículas, no tengo otra fuente ni me interesa contar más que mis impresiones.

El primer escollo para llegar a Kotor - Montenegro es el larguísimo trecho de autopista entre Oviedo y la frontera croata, poco más de 2000km. Eso es un mínimo de 2 días de viaje para ir, y otros 2 para volver, gastando ruedas, aceite, gasolina y sobre todo peajes, además del alojamiento y las comidas. Según viamichelin.es saldrían unos 185€ de gasolina y 125€ de peajes al ir, y otro tanto al volver.

Por eso escogimos utilizar los ferries que atracan en Barcelona: ida a Civitavecchia, venida desde Savona. Nos permitían atajar entorno a 1000km y viajar mucho más descansados aunque no tuviéramos camarote. Y perdíamos el mismo tiempo, más o menos. De precio, salía bastante a la par (240€ la ida y 180€ la vuelta).

Finalmente, para ir y volver de BCN escogí la ruta por el norte hasta Pamplona, desde allí hay 80km de nacional hasta Huesca, y luego por la A-22 y la A-2, libres de peaje. El único peaje que pagué fue el de Bilbao-Vitoria, unos 8€. De haber ido por la de Zaragoza los peajes hubiesen sido 66€ en cada viaje.

Los pormenores, en los siguientes capítulos.





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