Ferry Bari a Bar

El muelle de Bari parece una estación de autobuses a lo grande. Cada línea tiene su ventanilla y la gente hace cola para sacar la tarjeta de embarque. Para aprovechar la noche en el Adriático salen muchos ferrys de Bari durante la tarde y por eso el follón de gente y vehículos. Pero lo tienen todo bien organizado y con operarios que enseguida te dicen dónde te tienes que poner y qué tienes que hacer. Y el que me tocó estaba de muy buen humor y fue bien simpático. 

Una vez sacadas las tarjetas de embarque, para ir a Montenegro tienes que ir a un muelle a 2km y pico, y allí sí que te va a tocar esperar. Te va a dar tiempo a aburrirte.

Para entrar al recinto ya te piden todos los papeles y hay policías montenegrinos; aquel muelle ya es Montenegro, oficiosamente. Te mandan con el resto de motos a esperar en primera fila. No sé para qué, porque las motos esta vez fueron las últimas en entrar y tocó esperar a un par de camiones que llegaron ultimísima hora, con la hora de salida ya cumplida.

Aviso, donde se sacan las tarjetas de embarque hay casetas de obra con baños, como en las fiestas. Pero en el muelle esperando a embarcar no hay nada de nada que yo viese. Menos mal que en las 3h de espera no nos entraron ganas. No sé si los policías tendrán baño en su caseta, y dudo que dejen a nadie subir al barco a hacer sus necesidades.









El Dubrovnik de Jadrolinja es un barco viejo. En este sí conseguimos camarote: fueron 165€ cruzar el Adriático 2 personas y la moto, con camarote. Caminar por dentro del barco te sumerge directamente en la Guerra Fría: varios pisos de escaleras metálicas, puertas anti-incendios pesadísimas, pasillos estrechos, duchas con cortina y un camarote pequeñito, pero con lavabo y enchufe. Todo limpio, pero viejo.


Nos pegamos una ducha intentando no tocar la cortina y subimos a cubierta, donde los mejores sitios para pasar la noche ya estaban cogidos por los mochileros. Son sitios mucho peores que en el Grimaldi, a la intemperie en su mayoría, sobre bancos, o sobre los armarios que contienen los chalecos salvavidas. En la parte trasera tienen montado un bar con terraza, luces y música discotequera, por si a alguno le apetece darlo todo ya. Más que nada pensado para los que embarcan a pie o son los primeros y tienen que esperar al resto, los que estamos abajo, aburridos de esperar.

Fuimos casi los últimos en montar, casi 2h después del primero. Detrás de nosotros metieron un par de camiones y autocaravanas. Nos duchamos, subimos, cenamos, esperamos y al final salimos con 2h de retraso. Eso sí, es entretenido ver la salida del puerto sin la preocupación de cuidar tu sitio para que no te lo quiten, como pasó en el de Civitavecchia.
(saliendo de Bari)

Por la mañana a eso de las 7.30am pasó el "¿acomodador?" picando todas las puertas de los camarotes para levantarnos. Faltaba una hora para llegar. El desayuno no estaba incluido, pero subimos hasta la cafetería con todo ya recogido y pedimos un café bastante malo mientras veíamos cómo nos acercábamos al puerto (manda narices, con el buen café que hay en Italia). 
  (armarios donde durmió gente)
Si os fijais estuvimos en Bar-celona, luego en Bar-i y finalmente en Bar. Todos puertos. Cosas de cartagineses y fenicios supongo.
(llegando a Montenegro)

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