Mostar y carreteras alternativas para llegar

Si estás por Dubrovnik y eres español, la visita obligada es a Mostar. Unos me decían que no había nada, y otros que había que ir sí o sí. Ver tiros no es algo que me apeteciera especialmente y hacerse los 180+180km para ver un puente reconstruido no me hacía mucha gracia. Estuve a punto de descartar la excursión. Además todo el mundo hablaba de fronteras saturadas y tráfico intenso en el corredor Neum-Mostar.

Pero sí me apetecía enormemente curvear por Bosnia, o Herzegovina más bien, y ya puestos por Republika Srpska, ese "ente" semivirtual incrustado en los bordes de Bosnia-Herzegovina. Había echado el ojo a una megaruta entre Montenegro y Bosnia, pero era demasiado larga para un día (700km), así que eliminé la parte montenegrina y la desvié hacia el oeste a Mostar, y por lo menos algo de la región vería, que no fuese un corredor.



Desde Dubrovnik se puede cruzar la frontera hacia Trebinje. La carretera promete desde el principio, y no defrauda. Adelantamos cerca de un km de caravana hasta al lado del puesto fronterizo, y cuando llegamos al policía no le debió hacer mucha gracia. Preguntaba insistentemente cuanto habíamos tardado en la cola, y haciendo un poco el tonto como que no le entendía a la tercera o cuarta vez que preguntó dije "poco", puso mala cara y se fue mientras el compañero sellaba los pasaportes. Serían las 10am y como todos los coches estaban en la caravana el tráfico hasta Trebinje fue ligero, lo cual me permitió disfrutar enormemente del tramo.

Trebinje

Desde Trebinje, como no quería repetir carretera en ida y vuelta seguimos hacia el norte. La carretera se volvió más ancha y rápida, de asfalto viejo pero impecable, y buenas vistas. Llegados a un punto el navegador me marcaba un cruce para atajar, que yo no vi, y al dar la vuelta a buscarlo aquello era una pista de tractores. Así que nada, a seguir hasta encontrar un cruce de verdad.
Al atravesar Bileća me sorprendió un logotipo que reconocí y debajo estaba escrito Hacienda de España. Estuve investigando y no me quedó claro qué hacían allí. Me parece que algo de la reconstrucción tras la guerra. Si alguien sabe que me escriba un comentario.



Bileća
Esta carretera nacional seguía hacia el norte indefinidamente, pero nosotros íbamos al oeste. Otra vez una buena carretera, salvo dos km viejos de un carril de ancho, ahora bordeando un valle inmenso que me recordaba a cuando bajas de las montañas de León. El tráfico, quitando algún camión suelto, era inexistente, las curvas visibles y el ritmo alto. La idea era subir a Nevesinje, pero cuando vi el cruce... NI DE COÑA: era gravilla del tamaño de mi puño.



Según cambiábamos de valle la temperatura aumentaba notablemente, y llegados el momento paramos en un merendero al lado de la carretera junto al río. Poco a poco fue apareciendo gente, y cuando marchamos nos dimos cuenta que al dar la curva estaba el pueblo de Stolac, con un magnífico castillo dominando el cruce de valles.

 Stolac

A partir de ahí ya nos unimos al tráfico que venía de la misma frontera que nosotros y aunque la carretera era entretenida no era posible disfrutarla más allá del mero disfrute viajero. Subimos un pequeño puerto y entonces apareció bajo nosotros el inmenso valle de Mostar, una llanura enorme rodeada de montañas. No me lo hubiese imaginado así de llano nunca.
Antes de llegar a Mostar nos acercamos a Blagaj. Muy turístico, con puestos y restaurantes junto al río y dos euros por aparcar, eso sí con la moto hasta la cocina. No debimos estar más de media hora y nos fuimos.

cevapi
En Mostar pillamos el primer sitio de comida rápida que encontramos, justo donde empieza la calle que va al puente. Me dio por pedir cevapi, que es el plato rápido típico de los Balcanes: pan de pita con cebolla picada y salchichas blancas muy especiadas. No sé si fue por el sitio que no lo sabían hacer bien o qué, pero me pareció malísimo para ser algo típico.
Luego ya empezamos la visita típica, atravesando la calle principal y casi única, llena de puestos vendiendo todos lo mismo: bolas de nieve, llaveros hechos supuestamente con cartuchos pero extrañamente brillantes, cuchillos, galones supuestamente sacados de algún uniforme... intentando vender la guerra. Entonces llegas al puente, te maravillas, cruzas, y otra vez lo mismo, pero estaba vez además con niños exigiendo limosna. Y cuando se acaba media vuelta.
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Fuimos hasta la plaza de España a ver el monumento y la torre de los francotiradores. A medida que llegas ya vas viendo edificios tiroteados, con mayor o menor nivel de destrozo, desde pisos que siguen utilizándose normalmente hasta paredes derruidas y comidas por la maleza.
Finalmente, ya al marchar, paramos un momento a ver el cementerio que parece salir en todas las guías turísticas como algo importante, y al que nosotros no le vimos nada interesante.
Mientras nos tomábamos unas pivos Mostarsko, estuve whastapeando a un colega motero que estuvo allí destinado y me anduvo contando algunos sitios por los que anduvo durante la guerra. Entre ellos en Stolac como enlace de radio.

Plaza de España, y sniper tower (torre de francotiradores)
Así que el trozo de Stolac- Trebinje, que era donde estaba la base española, lo fui disfrutando triplemente: por el paisaje, por las curvas e imaginándome a los soldados en sus BMR haciendo el mismo recorrido, pero por un trazado que a saber cómo estaba por entonces y dónde los estarían esperando.
De vuelta a Cavtat, con la última luz y los faros auxiliares ayudando, con cero tráfico pude dar rienda suelta al curveo más absoluto entre Trebinje y la frontera. Ya os dije al principio que la carretera no defraudaba.
curva rallada típica, al principio dan miedo

luces de Cavtat al fondo de la bahía, desde la frontera Croacia-Bosnia












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